Reseña El Corredor del Laberinto

DATOS

Título: El Corredor del Laberinto.
Título Original: The Maze Runner (2009).
Saga: El Corredor del Laberinto (1/3).
Autor: James Dashner.
Editorial: Nocturna Ediciones.
Precio: 17 €.
Género: Juvenil.
Núm. Páginas: 524.
Continuación: en The Scorch Trials.

SINOPSIS

Memoriza. Corre. Sobrevive.

Bienvenido al bosque. Verás que una vez a la semana, siempre el mismo día y a la misma hora, nos llegan víveres. Una vez al mes, siempre el mismo día y a la misma hora, aparece un nuevo chico, como tú. Siempre un chico. Como ves, este lugar está cercado por muros de piedra... Has de saber que estos muros se abren por la mañana y se cierran por la noche, siempre a la hora exacta. Al otro lado se encuentra el laberinto. De noche, las puertas se cierran... y, si quieres sobrevivir, no debes estar allí para entonces.

Todo sigue un orden... y, sin embargo, al día siguiente suena una alarma. Significa que ha llegado alguien más. Para asombro de todos es una chica.

Su llegada vendrá acompañada de un mensaje que cambiará las reglas del juego.

RESEÑA

En esta ocasión voy a empezar al revés, voy a dar la nota primero y después voy a explicar el porqué de mi decisión. 

Creo que voy a ser de las primeras en decir esto, pero bueno como me gusta ser original y ser sincera conmigo misma ahí va: El corredor del laberinto no me ha acabado de gustar. Puede que resulte raro habiendo tantísimas reseñas que lo ponen por las nubes y en las que en la gran mayoría no bajan de un 5, pero yo como estoy comprobando me considero un poco especial para los libros, le voy a dar un 3,5, aunque hasta el último momento he estado dudando si darle solamente un 3, pero como tiene algunas cosas interesantes, al final le he dado esa nota.

Pero vayamos por partes y empecemos con el argumento del libro: estamos en una especie de comunidad con unos ¿60-70 jóvenes? entre unos 12-17 años que viven en el centro de un laberinto. No saben porqué están allí, no tienen recuerdos de sus vidas pasadas, pero una vez al mes los Creadores, como les llaman ellos, envían a un habitante nuevo allí, y curiosamente todos los que llegan son chicos. No hay chicas en el Claro, que así llaman al lugar.

Los habitantes del Claro, los clarianos, están muy bien organizados. Se dividen las diversas tareas en grupos existiendo un supervisor o un guardián para cada uno de ellos, y un líder común. El grupo que destaca sobre todos los demás, son los corredores, que son los chicos que mejor preparados están de todos ellos, y se dedican a explorar cada día el interior del laberinto para encontrar la salida. Porque esa es la meta de los clarianos: encontrar la salida del laberinto y marcharse.

Pues bien, el libro empieza con Thomas que acaba de llegar al Claro, un pobre adolescente que no recuerda ni se entera al principio, al igual que el lector, de nada. Los clarianos hablan de una forma peculiar, tienen una jerga propia, y no lo le quieren contar demasiado al principio para no asustarle de lo que ocurre allí. Porque sí, allí ocurren cosas que asustan y mucho. De lo poco que se puede enterar Thomas, que se lo consigue sacar con sacacorchos a algunos de allí, es que el Claro es el único sitio seguro del lugar donde se encuentran, puesto que unas enormes y altísimas puertas lo protegen cuando se cierran automáticamente de lo que habita fuera por las noches: los horribles laceladores. Unos seres espeluznantes mecánicos y gelatinosos con pinchos que lo más bueno que pueden hacer a alguien es picarle con unas agujas para provocarte el Cambio, porque la alternativa no es otra que la misma muerte. No voy a explicar en que consiste el Cambio, es mejor que lo leáis por vosotros mismos, pero como os podéis intuir por la palabra, hace que los clarianos cambien y se comporten de forma diferente al administrarles después el suero o la cura para evitar que se terminen muriéndose. 

Lo único que os voy a decir más de la trama, es que la llegada de Thomas desencadena que hasta ahora la normal y habitual vida en el Claro se empiece a desmoronar. Poco a poco empiezan a haber cambios y problemas, que se acentúan con la llegada del  último clariano, puesto que se trata para sorpresa de todos de una chica, que les anuncia antes de perder el conocimiento, que todo a partir de ahora va a cambiar y que nada volverá a ser igual.

Bueno, dejando de lado que la trama no es que sea muy novedosa ni original, y que las explicaciones dejen  mucho que desear en esta 1º parte, empecemos con una de las cosas que no me han gustado del libro: los personajes. Ya sea en un libro, en una serie de televisión o lo que sea, unos buenos personajes pueden llegar a salvar una trama mediocre; pero un libro con buena trama, pero con personajes poco trabajados, hace que se arruine totalmente la novela. No digo que aquí ocurra ningún caso, pero es que de unos 60 personajes que conviven en el Claro (nunca dicen su número exacto) solo conocemos a 6, y ni a esos, se les saca todo el partido y que se les podría haber sacado. Solamente destaco a Minho, el jefe de los corredores, como personaje carismático, porque el protagonista es el típico adolescente de libro de aventuras: valiente, impetuoso, impulsivo, temerario, curioso,…Peeero que a parte de eso no llama ni destaca la atención por nada más, es un protagonista que se olvida fácilmente pasadas unas cuantas horas.  Pero bueno que de los que hay, se puede considerar también de los mejores junto con Newt, el 2º al mando, porque de los demás poco o casi nada se puede contar. La única chica que hay, Teresa, me ha parecido plana y casi irrelevante su intervención. Justo por ser la única fémina, se la debería haber sacado todo el jugo y el provecho posible, pero lamentablemente no ha sido así. Y digamos que su personalidad es casi que cero. Y vale, aporta cosas nuevas que desencadena que cambien las cosas, pero nada más, el peso del libro recae fundamentalmente en Thomas. 

Puede que lo que vaya a decir no sea cierto, porque la explicación no se dice en este libro, pero me parece muy sexista y machista que solo hayan chicos en el claro hasta que llega Teresa. ¿Por qué? Es unos de los puntos que más me chirriaron porque no dan ninguna explicación, y me parece, si no es que haya algún motivo (que puede que lo haya, ¿eh?) un punto muy machista.

Por otro lado, tenemos la naracción de la novela, que para mí gusto es demasiado simple e incluso puede llegar a pecar de ser infantil; y tiene un ritmo quizá demasiado rápido. Esto ocasiona, que el libro se lea muy fácilmente y que se termine en seguida (porque la verdad es que te sabe atrapar y enganchar), pero da la sensación que el lenguaje sea muy pobre y demasiado conciso. No hay casi descripciones ni tampoco diálogos dignos de mención.

Otra cosa que destaco como negativo es que no hay capítulos. Mentira, los hay, pero como si no hubieran. Me explico, están por estar, porque lo que es realizar su función de cortar la historia, de ordenarla para pasar a otro momento temporal y dejar la historia en suspense, casi no lo hace. Me llamó muchísimo la atención, porque nunca me había pasado eso con un libro. Simplemente corta la historia en una frase y casi que la continúa en el capítulo siguiente. Eso no son capítulos, para eso que no los pusiera el autor.

Luego, la jerga inventada que aparece en el libro, me parece poco más que una chorrada, porque además hay muchas palabras que no tienen significado. A ver, ¿qué es fuco, foder y pingajo? Vale, te lo imaginas, pero no hay ninguna explicación para ello. Clonc en cambio sí que la hay (el sonido que hacen las heces al caer en una lata...), o lacelador, pero en esas palabras en concreto no. La función que hacen es que las palabrotas que sueltan los clarianos suenen de uno modo más fino, pero igualmente a parte de ellas, los chicos las siguen soltando, así que no le encontré la gracia ni el sentido.

Luego está el final, que la verdad es que me dejó bastante fría. Hay muchas cosas previsibles y el poco sentimiento que se le da a  las muertes fue algo que me descolocó, pero claro, también era normal si el protagonista no conocía a casi nadie del Claro... Y luego, la poca explicación que cuentan deja mucho que desear, dejan muchísimas incógnitas y un final totalmente abierto para una 2º parte. Yo particularmente no la espero con muchas ganas, si puedo la leeré y si no, no me importa no continuarla porque no me dejó con demasiadas ganas de más. Sé por donde van los tiros y no me ha gustado mucho la cosa.

Bueno después de todo eso, también hay que hablar que también tiene cosas positivas, como que la historia engancha y entretiene muchísimo, y aunque no es del todo novedosa y que recuerdan a muchos otros libros y películas (Cube, 1997), la idea del laberinto y de los corredores me gustó  (lástima que solo conozcamos  de ellos al guardián...). Y hubo un momento en particular en el que aplaudo al autor porque me sorprendió muchísimo, no me lo esperaba para nada, y lo llegué a pasar francamente mal. No os voy a decir cuando, sería spoiler, pero fue un momento realmente brillante. Aunque la lástima es que esos momentos, se puedan contar con los dedos de una mano.

Conclusión, novela muy entretenida que consigue engancharte y atraparte por su trepidante ritmo y lenguaje de fácil lectura, pero que desencanta a medida que se adentra en sus páginas, por sus personajes pobres y desaprovechados, y su trama ya vista y machacada que llega a ser previsible en determinadas partes, aunque es posible que puede llegar a sorprender en muchas otras.

BOOK-TRAILER

PERSONALMENTE