Reseña Las Hijas de Tara

DATOS

Título: Las Hijas de Tara.
Título Original: Las Hijas de Tara (2002).
Saga: No.
Autor: Laura Gallego.
Editorial: SM.
Precio: 15 €.
Género: Ciencia Ficción/Fantasía/Juvenil.
Núm. Páginas: 268.
Continuación: No.

SINOPSIS

El mundo natural de Mannawinard lleva mucho tiempo enfrentado al mundo tecnológico de las dumas. Cinco humanos de diferentes orígenes y un androide tienen la solución; pero antes deberán encontrarse y emprender juntos un viaje lleno de peligros donde mercenarios, mutantes y robots destructivos intentarán acabar con sus vidas.

RESEÑA

Tenía este libro pendiente desde hace mucho y por fin lo he leído.

Esta novela autoconclusiva está narrada a través de un narrador omnisciente, en tercera persona del pasado, el cual nos va situando en diferentes lugares según donde transcurra la acción. Pero principalmente, seguirá los pasos de Kim y Keyko.

El título Las Hijas de Tara está presente durante toda la novela, ya que Keyko pertenece a la Orden de las Hijas de Tara, además de que se dice en más de una ocasión que todos los seres del planeta son hijos de la diosa Tara, de la Madre Tierra, -y con esto hago un gran paréntesis. ¿Cada vez que leéis el título no os recuerda a Lo que el Viento se Llevó?-.

Creo que podría decir sin equivocarme que esta portada es de las que más me gusta de entre todos los libros que he leído hasta ahora. Sencilla pero muy bonita, donde podemos ver a los dos bandos, en el libro enfrentados, juntos. Tecnología y naturaleza. Urbanitas y salvajes.

Y más abajo podéis ver la primera portada con la que se publicó esta historia... que no sé ni qué tiene que ver con la novela...

El libro pertenece a la colección Gran Angular de SM y consta de un prólogo -que nos sitúa 224 años antes de la historia que vamos a leer, donde una joven sacerdotisa se da cuenta que algo marcha mal en el mundo-, y 14 capítulos con sus respectivos títulos.

La novela nos sitúa en un futuro donde tecnología y naturaleza están enfrentados desde hace años. La gente que apoya el avance de la tecnología a cualquier precio vive en dumas -ciudades-, que se dividen a su vez en tres círculos: el Centro, el Círculo Medio y el Círculo Exterior; donde reside la gente más privilegiada, los trabajadores y los marginados, respectivamente. El gran problema de estas dumas es el desmesurado crecimiento que está teniendo el Círculo Exterior, compuesto por gente poco fiable, la Hermandad Ojo de la Noche -a la que pertenece Kim- y mutantes, éstos últimos existentes por culpa de las megacorporciones, imprescindibles para el funcionamiento de las dumas.

Estas megacorporaciones hacen lo que sea para hacer que su tecnología progrese, sin tener en cuenta los resultados que pueda tener sobre el ser humano.

Por otro lado, encontramos Mannawinard, lugar de diosa Tara, donde se encuentra la naturaleza, los animales y la magia, ésta va avanzando poco a poco para conseguir cubrir de nuevo la tierra de verde. En ella viven los salvajes, según los urbanitas; los Ruadh -defensores de Mannawinard- y otras tribus que prefieren vivir allí en vez de en un lugar infectado como las dumas.

Y entre estos dos lugares encontramos los Páramos, un espacio desértico, donde la vida es casi inexistente, y donde solo habitan algunos grupos, en su mayoría mutantes. Poco a poco los Páramos van menguando a favor de Mannawinard, debido al avance de ésta por el planeta.

Este es el mundo que podemos encontrar a grandes rasgos.

- ¡¡Sacadme de aquí!! ¡Os daré lo que queráis, maldita sea, pero dejadme salir!
Siguió gritando y cargando contra la puerta, bañada por aquella destelleante luz verdosa que la quemaba la piel, hasta que el agotamiento la venció. Entonces se dejó caer junto a la puerta, rendida, y se acurrucó en el suelo, cubriéndose la cabeza con las manos, como si así pudiera protegerse de las radiaciones del bloque que había en el centro de la estancia.

El libro utiliza un lenguaje sencillo y claro, y tiene un buen ritmo, además de que se nos va aportando información de forma bastante continua y eso hace que se capte la atención del lector y nos formemos cada vez una idea más clara del mundo sobre el que estamos leyendo.
Este mundo existente es muy original, aunque podemos encontrar expresiones repetidas durante la lectura, como por ejemplo: "disparó una, dos, tres veces"; también escenas parecidas como cuando siempre Kim se aparta a tiempo de un disparo o un ataque; u onomatopeyas, especialmente al principio, ya que luego va disminuyendo su aparición hasta dejar de haber, que a mí particularmente no me gustan, por ejemplo: "Apenas se oyó un leve zumbido: bzzzzzzz" o "Zzzzzz... inmediatamente, de la punta del dedo emergió un pequeño rayo láser de color rojo".

- Pero qué... -murmuró Kim, sorprendida-. ¿De dónde lo has sacado?
- Se lo quité a un robot de combate en el oasis de los Páramos.
- ¿Y se puede saber por qué no me lo habías dicho hasta ahora?
- Porque los Ruadh dijeron que no permitían armas de fuego en Mannawinard. Pero ese de ahí -dijo, señalando a su atacante-, ha roto las reglas.

Las Hijas de Tara nos adentra en un futuro donde hay dos bandos, los defensores de la naturaleza y los de la tecnología, ambos enfrentados desde hace años; pero la guerra que lleva décadas retrasándose está apunto de comenzar, y el causante de todo es un biobot -androide biónico-, un tanto especial, capaz de tomar sus decisiones, y con una curiosidad insaciable.

Alguien contratará los servicios del Ojo de la Noche y Kim será la encargada de robar este biobot, pero las cosas se complicarán y acabará huyendo junto a él. A su vez Keyko una joven de la Hermandad de las Hijas de Tara, será la encargada de llevar un mensaje a Kea, sacedotisa de Tara, que se encuentra en el Templo Primero, en el mismo corazón de Mannawinard.

Los destinos de ambas se cruzarán, y tendrán que llevar acabo una misión de la que dependerá el destino de la raza humana y el planeta. Por el camino encontrarán a nuevos aliados y enemigos.

- Define "Mannawinard".
Keyko se detuvo, miró al biobot y sonrió.
- Al otro lado de los Páramos, más allá de la última duma, se extiende Mannawinard, la tierra siempre verde de la diosa Tara. Las personas que habitan allí respetan la naturaleza y controlan la magia.
- Las personas que habitan allí viven como animales -replicó Kim, lanzándole una mirada irritada a su compañera-. ¿Quieres hacer el favor de no llenarle la memoria de tonterías? -se volvió hacía Adam, muy seria-. Mira, Mannawinard es el mayor cataclismo de la historia de la humanidad. Hace cerca de cinco siglos una anormal explosión de... plantas asesinas...
- Naturaleza y vida -puntualizó Keyko.
- ... plantas asesinas -repitió Kim sin hacerle caso-, destruyó gran parte de nuestra civilización. La naturaleza se volvió contra el hombre y ahogó literalmente todas sus ciudades.
- Define "naturaleza" -pidió Adam.
- Naturaleza es la obra de la diosa Tara -dijo Keyko-. Los dones de la Madre Tierra.
- Naturaleza es todo lo que no ha creado la mano del hombre -replicó Kim-. Naturaleza es caos, desorden, descontrol, peligro, amenaza.
- En eso te equivocas -saltó Keyko, picada-. La naturaleza tiene su propio equilibrio, lo que pasa es que a vosotros, los urbanitas, os molesta la idea de que haya algo superior al ser humano, y no reconocéis que en materia de creación Tara os ha aventajado con creces.

Podremos encontrar una gran variedad de personajes, pero los dos que que llevarán la historia serán Kim y Keyko, especialmente la primera.

Kim es una mercenaria urbanita que desde muy joven trabaja para el Ojo de la Noche, que se encarga de realizar encargos -un tanto ilegales- para los que los contratan. Tiene el cuerpo mejorado biotecnológicamente gracias a implantes, que la ayudan en su trabajo. Es fuerte y decidida, y odia la magia. Este último punto me ha resultado un tanto molesto en más de una ocasión, ya que ha sido testigo de que la magia puede ayudarle -y lo ha hecho más de una vez-, pero aún así se niega a confiar en ella.

Keyko es una joven que desde pequeña vive en los Páramos junto a sus Hermanas de la Orden de las Hijas de Tara. La Madre Blanca le encarga la misión de entregar un mensaje a Kea, y ella acepta sin dudarlo. Es una chica activa, que sabe luchar y escuchar la voz de Tara, es un poco ingenua y confiada en algunos momentos.

Luego tenemos a Chris, un hacker que ha trabajado en más de una ocasión junto a Kim, ya que es un experto en su trabajo. Es distante, frío y le gusta la soledad, es difícil saber lo que piensa ya que controla perfectamente sus emociones. Se unirá al grupo pasada la mitad de la novela, -y sí, confirmo que es un prototipo de Kirtash (Memorias de Idhún)- *grititos de fan*.

Conoceremos también a Semira, de la tribu de los Ruadh, un pueblo guerrero que lucha a favor de Tara y odia a los urbanitas. Es una chica desconfiada y que no tiene miedo a nada.

También en el grupo estará Moira, una hechicera que siempre está alegre y es más sabia y poderosa de lo que aparenta.

Y para terminar con el grupo tenemos a Adam, el biobot que hará que estos cinco humanos tan diferentes entre sí se unan. Poco a poco irá aprendiendo cosas del mundo. La verdad es que me habría gustado que hubiera tenido más protagonismo.

Por otro lado, tenemos a los enemigos, donde destacaremos a Donna, la jefa del Ojo de la Noche; TanSim, antiguo compañero de Kim; y sobre todo a Duncan, un personaje que creo que si se hubiera profundizado más en su pasado y el de Kim habría dado mucho más juego.

- Los viejos tenemos el conocimiento -dijo Gaernon amablemente, ignorado a Kim-. Los adultos tienen la seguridad. Los niños tienen la ilusión. Pero sois los jóvenes los que tenéis el poder para cambiar el mundo, Keyko. No lo olvides jamás.

Como ya he comentado, la historia me parece original, especialmente la evolución que tiene el mundo que conocemos y la mezcla entre el desarrollo tecnológico de las dumas y la magia de Mannawinard, haciendo una combinación perfecta entre ciencia ficción y fantasía.

Hace reflexionar sobre como puede evolucionar el mundo según los actos y decisiones que tomemos. Un mensaje naturalista, que nos hace ver la importancia que le damos a la tecnología y que si seguimos este camino la naturaleza tiene las de perder, y con ello el futuro de las personas.

El final es dinámico y tiene momentos que nos sorprenderán, pero deja a nuestra imaginación lo que sucederá más adelante.

En resumen: Con Las Hijas de Tara podremos disfrutar de una buena historia, con personajes variados en los que habría estado bien profundizar en algunas relaciones concretas -como la de Duncan y Kim-. Un buen ritmo, pero en ocasiones encontramos situaciones similares entre sí. Una novela que cuenta con un mensaje naturalista y una combinación perfecta entre ciencia ficción y fantasía. Sin duda, un libro entretenido y curioso.

PERSONALMENTE