Reseña Huellas y Manchas

DATOS

Título: Huellas y Manchas.
Título Original: Huellas y Manchas (2012).
Saga: No.
Autor: Jordi Sierra i Fabra.
Editorial: Plataforma Neo.
Precio: 12 €.
Género: Juvenil/Realista.
Núm. Páginas: 224.
Continuación: No.

SINOPSIS

Cecilia tiene 17 años y cuida a su madre, enferma terminal. Al llegar la hora de la verdad, las preguntas no resueltas son más necesarias: ¿por qué la tuvo a ella mediante inseminación?, ¿por qué en Estados Unidos, sola, tan lejos de sus abuelos?, ¿qué esconde el pasado de su madre? Gracias a Emilio, un muchacho que vive encerrado en su casa y se comunica con el mundo únicamente mediante ordenadores, Cecilia descubrirá un secreto guardado durante años.

Una novela única, excepcional, basada en un hecho real: el del primer nacido por inseminación que gracias a las tecnologías descubrió quién era su padre.

RESEÑA

Jordi Sierra i Fabra es un autor realmente conocido, entre otras cosas por lo prolífico que es, cosa que no me podéis negar a sabiendas de que ha publicado ya más de 400 novelas. 400. Cuatrocientas. ¿Comprendéis lo que quiero decir? Ahora, refiriéndonos a Huellas y manchas, me ha gustado bastante, sin embargo hay algo que falla, y es que me parece demasiado similar a muchas de sus otras obras.

Vayamos, en primer lugar a la parte buena. Cecilia es una chica de diecisiete años que tiene sobre los hombros el peso de la enfermedad de su madre, el cual lleva sola y con fuerza, aunque a lo largo de la historia se irán pudiendo ver toda la fuerza de voluntad de esta protagonista. Se trata de una historia muy rápida, donde aunque apenas existe movimiento entre los personajes no hay cabida para el aburrimiento. Los sentimientos y sensaciones de los personajes casi son capaces de escapar de las páginas, y son ellos los que dan vida a toda la historia.

Se nota que está creada para el público juvenil, y es que Jordi Sierra i Fabra parece querer tratar en todo momento las verdaderas dificultas que existen en la realidad, como ha hecho en muchas otra historias (Campos de fresas, La memoria de los seres perdidos, El dolor invisible...), sin repetirse nunca en ellas, desde enfermedades, problemas psiquiátricos, pasando por los curiosos casos de hikikomoris, que día a día se ven más en la literatura, a otros asuntos también polémicos. ¿Y por qué digo que están hechas para los jóvenes? Porque es lo que más buscan en las historias realistas actualmente, toda clase de problemas existentes que evadan por un tiempo de la fantasía y la magia.

Ahora bien, la parte mala. Esperaba que, siendo una de las últimas novelas publicadas del autor, y haciendo tiempo que no leyera nada de él, algo hubiese cambiado, que nos sorprendiera con una historia nueva y diferente, sin embargo en este sentido me ha decepcionado. Sigue las pautas de muchas de las anteriores: una trama bastante lineal, sin dejar de ser entretenida, los protagonistas son siempre jóvenes con problemas, por muy diversos que sean, el amor tiene un papel fundamental aunque de manera delicada y, finalmente, acaba resultando bastante corta, como si no hubiese pasado todo lo que esperábamos encontrar en ella.

Esto no quiere decir que no me haya gustado, pues se puede comprobar con todo lo anterior que he dicho, pero me habría gustado más con alguna que otra variación, pues me parece que no estoy hablando de esta historia en particular, sino que podría decir lo mismo muchas de las del autor.

Quería destacar la parte romántica de la historia, algo que sí que me gusta realmente, pues se trata de personajes normales y reales, de situaciones normales y reales, y de relaciones normales y reales. Nada sobrenatural. Ningún personaje masculino con apariencia de dios griego. Ni ningún amor de esos tan típicos hoy en día de "para toda la vida".

Cecilia es un persona muy duro, muy similar a su madre, se muestra su fortaleza y al mismo tiempo su terquedad en sus palabras y acciones y durante toda la historia se irán desvelando todos esos fantasmas del pasado que harán aflorar más y más sentimientos por su parte. Otro de los personajes que más me ha llamado la atención ha sido Emilio, y me ha gustado mucho que no se le haya dado más protagonismo del que merecía, puesto que deja mucho más a la imaginación de lector. Fuera de estos personajes, me ha parecido que el resto eran muy pocos y sin demasiada profundidad.

En definitiva: Huellas y manchas es una historia triste y al mismo tiempo tierna, siguiendo las pautas del autor de tratar temas polémicos para los jóvenes y para los no tan jóvenes y consiguiendo introducirnos de lleno en esas pequeñas grandes vidas en muy pocas pero intensas páginas. No se va a convertir en la novela del año, ni será de lejos lo mejor que lea, pero sí que resulta una lectura corta y entretenida para escapar de vez en cuando de la fantasía que llena nuestras librerías.

PERSONALMENTE