Título: Recuerdos (2012).
Autor: VT (Alejandra Valle).
Género: Juvenil.
Núm. Páginas: 4.
Tipo: Relato único.
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Web Autor: Just Love.
Las hojas de otoño caen de los árboles por el suave y frío viento que corre. Desde mi ventana se puede ver una hoja, que, movida por el viento, acaba en la cara de un perro. Un Haskie siberiano muy lindo. Su dueño le quitó la hoja, y, ¡oh, no! Es él. El imbécil que me hizo daño, el que me rompió el corazón. El que me hizo plantearme volverme de la otra cera, ya me entendéis, pasar del género masculino. Con un suspiro, recordé aquel día de verano...
Antes de abrir los ojos ya sabía que sería otro día más de calor. Pero este día era distinto. Hoy volvía a casa. ¡Podría volver a ver Tommy! Le había echado tanto de menos. Cada verano mis padres y yo nos íbamos a Benidor, para pasar unas vacaciones estupendas. Pero, este año, justo este año, yo me había echado novio. Ya había tenido unos intentos fallidos de chicos. O me engañaban, o después de que se daban cuenta de que nuestra relación no llegaría a la siguiente base, se largaban y no volvían a llamar. Vamos a ver, lo de virgen hasta el matrimonio no estaba en mis planes, pero aún no me sentía lista. Pero Tommy era distinto. Él era bueno, amable, bondadoso, no pensaba en eso. ¡Y era guapísimo! Además de listo, y sabe lo que quiere.
Con estos nuevos ánimos, me levanté y me arreglé para volver a casa. Sabía que a lo mejor no le vería hoy, el viaje no duraba mucho, en avión, pero tampoco debía hacerme esperanzas. Cuando ya estuve lista, me preparé el desayuno. El piso que habíamos alquilado este año era grande y muy moderno. Mis padres se gastaban demasiada pasta para las vacaciones, pero bueno... Allá ellos. Estos aún seguían durmiendo. Iría a despertarlos. Cogí el despertador y lo puse para que sonase justo un minuto después. Cuando sonó, el fuerte ruido, hizo que saltasen de la cama. Bien. Todo arreglado.
Alzó la cabeza, y me miró. ¿Cómo sabía que le estaba mirando? Aparté la mirada y miré otra hoja seca que volaba al ras del suelo, y que llegó (para mi desgracia) a la punta de su zapato. Por instinto (menuda mierda de instinto) subí mi mirada y nos volvimos a mirar. Cerré las persianas, y me giré.
-¡Arg! ¡¿Por qué?!
Ya estaba en el avión. ¡Ya estaba en el avión! Aún no aterrizábamos (¿por qué aún no aterrizábamos?) ¡Ah, claro! Aún no habíamos despegado. Estaba tan nerviosa. Ya quería verle. Deseaba verle.
-Hija, deja de tamborilear con los dedos. Me pones nerviosa.
-Lo siento-. Dije con un pequeño color en las mejillas.
¡Bien! Ya despegábamos. ¡Ya despegábamos! Faltaba menos para verle. ¡Faltaba menos para verle! ¿Qué me pasaba? Esta no era mi primera relación, bueno, al menos no una seria. Tenía que relajarme. ¿Dormir? Sí, dormir. Es una buena idea.
Me levanté del pequeño sillón empotrado de mi ventana, y me senté en mi escritorio. ¿Qué hago? Necesito distracción. No podía seguir pensando en él. Me haría más daño, y ya me había pasado el primer trimestre llorando y huyendo de clases cada vez que le veía con la zor... Bueno, con esa. Se pasaba por los pasillos con un brazo en su cintura, riendo y hablando con ella, susurrándole cosas al oído, la presentaba a sus amigos, la llevaba a fiestas... ¡Dios! ¿Por qué me maltrataba así, pensando en... él? ¿Por qué? Tenía que hacer algo. ¿Dormir? No me apetecía. Tenía un trabajo retrasado de Historia... Haría eso, es lo suficientemente aburrido y me metería en ello a fondo porque era malísima, la distracción perfecta. Ya de paso, con música, para hacerlo más llevadero. Música. Mmm. ¿Cuál? Taylor Swift... We are never ever getting back together. Vale, ¿por qué pongo esta canción? Qué más da. El trabajo. El trabajo...
Ya estábamos en el taxi. ¡Taxi! Ok, un poco más. Y casa. Desempacar. Comer algo. Salir. Casa novio. ¡Si! Será perfecto. Tocaré su timbre. Bajará corriendo las escaleras. Abrirá la puerta. Me cogerá. Me dará vueltas. Y me besará. Nos diremos te quiero.
Aww.
Si, será tan perfecto.
-Vania, ya hemos llegado.
-¡Vania! ¿Estas haciendo el trabajo? Ya sabes que si no lo entregas el Lunes, tienes un suspenso en ese trabajo-. Me desperté. Me he quedado dormida haciendo el trabajo. ¡Oh, no! ¡Me he quedado dormida! ¡Haciendo el trabajo! ¡Qué irresponsable! Que más daba, ¡por lo menos había hecho los dos primeros puntos del trabajo... de diez.
-¡Sí! ¡Lo estoy haciendo! ¿Qué creías que hacía?- me fastidiaba que no confiase en mi. Aunque me hubiese quedado dormida...
Bueno. El trabajo, se suponía que lo tenía que hacer para olvidarme de... bueno, ya sabéis...él.
Así que a ello. Año de la Inquisición... y, ¿eso qué es? ¿Cómo había logrado hacer los dos primeros puntos si no me sabía nada? Creo que iba a aprobar con un raspado. Tampoco era para tanto. Me pasaba todos lo años...
-Pero, ¿por qué no puedo salir?-. Pregunté.
-Hija, aprobaste Historia raspando. Este es tu castigo.
-Prometo no suspender. Estudiaré más historia, pero necesitaré un tutor, Noah podría servir. - Noah era mi novio, por el que estaba luchando por salir, para verle. Mi madre no sabía que salía con Noah, solo que eramos amigos.
-No sé... Siempre dices lo mismo, y tus notas nunca cambian.
-Pero, ahora tendré a Noah, además, estamos de vacaciones, acabamos de volver, quiero ver a mis amigas- a Noah- Ha pasado mucho sin verlas- verle-.
-Esta bien. Pero aquí a la nueva y media como mucho.
-Gracias-. Dije, abrazándola.
¡Por fin! ¡Voy a ir a verle!
Una asquerosa lágrima se escapó de mis ojos. No tenía que haber ido a verle. Tendría que haberme conseguido un rollo de verano y engañarle... como él hizo conmigo...
A su casa podía llegar caminando, así que caminé. Cuando llegué, la luz de su habitación estaba apagada. Y todas las demás. A lo mejor no estaba. O también podría estar en la parte de atrás. Me dirigí ahí. Tenía tantas ganas de verle...
Al llegar, le vi. Le vi, y se me rompió el corazón. ¿Por qué? Yo... ¿Había hecho algo mal? ¿Había sido una mala novia? Yo... no... podía.... creerlo... Pero lo estaba viendo. Me estaba engañando. Con otra.
Se separaron y ella me vio. Me señaló. Él me miró. Me quiso hablar. Me fui corriendo. Con lágrimas corriendo por mi cara.
El timbre sonó, y volví al presente.
-¡Ya voy yo!-Grité.
Bajé corriendo la escaleras, me miré al espejo y me arreglé un poco. Por Dios, estaba despeinada, parecía una bruja. Bueno, tampoco importa mucho, ¿no?
Abrí.
Mierda. Mierda. Mierda. Mierda. ¡Y más mierda!
¿Qué puñetas hacía él aquí?
-¿Qué puñetas haces aquí?
-Mmm, bueno... yo...
-Tu...¿qué? Suéltalo-. Era él...
-¿Podemos hablar?
-Habla-. ¿Qué se creía? ¿Que diría que si? Ja.
-Bueno, mmm. ¿Lo siento?
-¿Es una pregunta?-. Tosió un poco y se cuadró.
-Lo siento.
-Vale-. Cerré la puerta.
¿Ahora? ¿Ahora venía a buscarme? ¿A pedirme perdón? Quería gritar. Subí a mi habitación. Abrí el armario. Me metí. Grité.
Después de media hora metida, salí.
No pensaba volver con él si es lo que pretendía. Reconozco que aún sentía algo, sí, pero no iba a volver con él. Esas cosas no se olvidan tan pronto.
Nosotros nunca jamás jamás volveremos a estar juntos
Solía pensar que duraríamos por siempre y para siempre,
Y solía decir; 'nunca digas nunca',
Huh, él me llama y actúa como si me amase,
Y yo como si, quiero decir, esto es agotador, ya sabes,
Nosotros nunca jamás volveremos a estar juntos, como siempre, no.
Nosotros nunca jamás jamás volveremos a estar juntos.
Eso sería lo que pensase cuando volviese a pasar algo parecido.
No me volverás a hacer daño.
Solo yo, mis amigas y mi mundo.
No más Mike, no más novios como tú, que prometían estrellas y el universo entero, no más mentiras como esas.
We are never ever getting back together.
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