Título: Marmalade Boy (La Familia Crece).
Título Original: Marmalade Boy (1992).
Número tomos: 8.
Guión: Wataru Yoshizumi.
Dibujo: Wataru Yoshizumi.
Editorial: Planeta.
Precio: 10,95 €/tomo.
Género: Manga/Actual/Drama/Juvenil/Realista/Romántica.
Núm. Páginas: 256/tomo aprox.
La historia empieza cuando los padres de Miki le comunican que van a divorciarse. Han conocido a otro matrimonio, el amor ha surgido entre ellos y han decidido intercambiar de pareja. Pero para que no se diga que no piensan en su hija, han tomado la decisión de vivir todos juntos en la misma casa: las dos nuevas parejas, Miki... y el guapísimo hijo adolescente de los Matsuura, Yuu.
Por extraño que parezca nunca había visto el anime, ni leído el manga de Marmalade Boy —La Familia Crece—, y para qué nos vamos a engañar, siempre he pensado que era un drama de los grandes; pero el manga, al menos, no ha sido así, y por lo que me han dicho el anime sí tiene mucho relleno para alargar. Después de aclarar esto, empecemos.
El título Marmalade Boy hace referencia a una conversación que tienen Miki y Yuu en el primer tomo, donde ella le dice a él que es como la mermelada, dulce por fuera y amargo por dentro; a lo que Yuu le responde que ella es como la mostaza, picante y agria.
Hay distintas ediciones del manga, pero yo comentaré la edición especial, que es la que tengo. Las portadas son en tonos pastel, enfatizando la dulzura e inocencia de la serie. Aparecen solamente los primeros cuatro protagonistas, Miki, Yuu, Ginta y Meiko. En el interior podemos encontrar páginas a color, ilustraciones, entrevistas y curiosidades. En definitiva, una edición que vale la pena.
La historia se centra en Miki y de su particular familia, el cómo poco a poco se va enamorando de Yuu —y los problemas que tienen que afrontar—, con el que convive desde que los padres de él y ella deciden intercambiar parejas. La situación hace que sea inevitable que el roce haga el cariño.
La trama se desarrolla en la actualidad —bueno, más los años 90, pero sigue siendo actual— principalmente en el instituto Toryo, en su casa y en el trabajo; aunque a veces también se van de viaje a Nara, Karuizawa, o Hakodate, por ejemplo. También podemos apreciar algunos flashbacks que nos aclararan algunas situaciones del momento.
Es un manga con un argumento sencillo, quitando un par o tres de detalles particulares que le dan ese aura diferente. Lo más destacado sería el intercambio de parejas que hacen los padres de los protagonistas y su convivencia conjunta, que le da el toque cómico a la serie desde el comienzo. Pero en sí, no encuentro nada que lo haga más especial que otros shojos.
Para mi sorpresa Miki es uno de los personajes más sensatos del manga, tenía una imagen preconcedida y me ha gustado descubrir eso de ella. Aunque obviamente, en ocasiones se comporta como una adolescente más —es lo que toca—, sobre todo al principio, que no se decide por ninguno de sus pretendientes, pero al mismo tiempo le molesta que éstos estén con alguien.
También me ponía un poco nerviosa que Meiko llamara todo el rato al profesor Nomura, "profe", cuando su relación es más profunda que eso —incluso a él en persona, no solo cuando habla sobre él a los demás—.
Me ha gustado que no haya sido un amor rápido, pasa más de un año hasta que empiezan a salir juntos, y el manga se alarga fácilmente un par de años más. Aunque sí se atraen mutuamente nada más verse, y al poco de convivir.
Aparecen algunos personajes que a la autora no le da tiempo a desarrollar, y que para mi gusto se enamoran de forma instantánea y forzada de la protagonista.
En cuanto a Yuu, creo que es el que complica todas las situaciones con la escusa de sufrir en silencio sus problemas —incluso a veces, problemas que no solo le incumben a él—, en lugar de ir por la vía fácil, preguntar y actuar.
Wataru Yoshizumi tiene un dibujo claro, limpio y muy característico, sin muchas tramas, por lo que lo hace fácil de leer.
Los personajes no tienen mucha profundidad y su rol es muy marcado.
Miki es la protagonista, todo gira a su alrededor. Es más sensata de lo que parece, aunque es un poco torpe e inocente.
Yuu es un chico de apariencia seria, pero le gusta bromear, y especialmente hacer rabiar a Miki. Intenta no causar problemas a la gente que quiere y eso le hace sufrir en solitario.
Meiko es la mejor amiga de Miki, es guapa y responsable. No le gusta contar sus problemas y tiene una relación amorosa complicada.
Por último, tenemos a Ginta, el mejor amigo de Miki. Es impulsivo y tiene un fuerte carácter.
También aparecen otros personajes, como Arimi, Satoshi, Suzu o Kei.
El final es un poco enrevesado y se hace un tanto dramático para darle ese último énfasis a la trama, pero todo acaba siendo explicado. En cuanto al desenlace de la pareja principal, puede resultar previsible, y el desarrollo del resto de personajes... depende —yo habría cambiado una de las parejas—, pero supongo que es cuestión de gustos.
En resumen, Marmalade Boy es un shojo clásico; sencillo, dulce y con toques de humor. Personajes con roles muy marcados. Donde el amor se va sucediendo en el tiempo, va evolucionando y no es precipitado. Una historia entretenida y amena.
2 comentarios:
Lo leí hace unos años y me encantó. Llevo unos meses viendo el anime y he de reconocer que es muy fiel =)
¡Hola! No leí el manga, pero vi la serie cuando era adolescente y me hizo remover muchos feelings, la recuerdo con mucho cariño. Aunque sí que es verdad que tiene mucho drama.
Besos.
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