HOLLY BLACK
—Supongo que no tendrás nada de beber por aquí, ¿verdad? —pregunta Cardan—. Como no creo que lo que me vaya a ocurrir a continuación sea demasiado agradable para mí, preferiría afrontarlo borracho.
(Cardan y Jude, EL príncipe cruel, Holly Black)
Nos sostenemos la mirada desde ambos lados de la mesa. Repantingado en su asiento, Cardan tiene el típico aspecto de un príncipe malvado. Me pregunto si pensará que le voy a disparar.
(El príncipe cruel, Holly Black)
—Me deseas —digo. Estoy tan cerca de él que noto la calidez de su aliento cuando se le entrecorta—. Y eso te enfurece.
Cambio el ángulo del cuchillo para dirigirlo hacia su cuello. El gesto no parece alarmarle tanto como yo esperaba.
No se alarma tanto como cuando acerco mi boca a la suya.
(Jude, El príncipe cruel, Holly Black)
—Las copas de vino —dice—. Pero ¿cómo sabías cuál elegiría?
—No lo sabía —respondo, pensando que al menos le agradará un poco la respuesta, muy a su pesar. Es la clase de estrategia que más le gusta—. Envenené las dos.
(Madoc y Jude, El príncipe cruel, Holly Black)
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