sábado, 24 de noviembre de 2012

Y

Y. S. LEE

- ¿Disculpe? -dijo asombrada y sin aliento.
- Has estado correteando de un lado a otro toda la noche. ¿A quién estás evitando?
- No conozco a nadie a quien evitar -y se echó a reír.
- Me conoces a mí.
- Supongo que sí, un poco -dijo, un tanto sorprendida.
- <<Un poco>> -le contestó él esgrimiendo una mueca cómica-. Qué humilde. Llevo esperándote toda la noche.
¿Estaba flirteando con ella? No, seguro que no. ¿Y cómo se flirteaba? Siempre y cuando una quisiera flirtear...
- ¿No sabes qué decir? - Parecía divertirse con la confusión que se reflejaba en su rostro.
- Sospecho que eres tú quien trata de dejarme sin nada que decir.
- Posiblemente. Pero también me gustaría intentar conversar con usted. ¿Me concedería el siguiente baile? -Era muy guapo cuando sonreía de aquel modo.

(Michael y Mary, La Agencia: Una Espía en Casa, Y. S. Lee)

- Yo no... -Mary se atragantó y volvió a empezar-. ¡No puedo bailar con usted!
- ¿Por qué no? -Se acercó a ella, un tanto amenazador.
Sin apartar la mirada de él, Mary se enderezó todo lo que pudo, aunque no hubo mucha diferencia, y le dijo pausadamente.
- Un caballero no le ordena a una dama que baile; se lo pide. Si le rechaza, se aleja de ella.
- Bien dicho. Pero me temo que perdió su condición de dama cuando se encerró en el armario conmigo.
- ¡Cállese! -Mary se sonrojó y la culpabilidad le hizo mirar en derredor-. Parece como si... -Su voz se entrecortó.
- ¿No fue así? - le dijo James enarcando una ceja.

(James y Mary, La Agencia: Una Espía en Casa, Y. S. Lee)

- Espero que usted sepa cuál es su lugar, señorita Quinn -señaló James.
- ¿Trata de darme una lección, señor Easton? -dijo Mary con la cara enrojecida de ira.
-No, simplemente le estaba indicando que las jóvenes en su... posición... a veces se encuentran en situaciones extrañas. -James pronunció la palabra <<posición>> de manera particularmente ofensiva.

(James y Mary, La Agencia: Una Espía en Casa, Y. S. Lee)

- ¿Tengo pinta de ser de la clase de hombres que arruinan su vida enamorándose y casándose? - Parecía divertido.
- Bueno, pues si esa es su actitud, seguro que acabarás como un solterón viejo y amargado.
- Oh, a la larga me casaré -le dijo con calma-. Pero, cuando lo haga, será por una buena razón.
- ¿Y que razón es esa?
- Dinero. Contactos empresariales. Conexiones políticas. -Movía la mano despreocupadamente.
- Y, a cambio, tu mujer recibirá...
- Un marido, por supuesto. -Por su expresión dedujo que la pregunta le resultaba innecesaria.
- ¿Eso es todo?

(James y Mary, La Agencia: Una Espía en Casa, Y. S. Lee)

- Yo soy siempre amable, señor Easton. -Y parpadeó dramáticamente-. Eres tú quien expresa su gran importancia a través de los malos modales.
- Bobadas- ¿Por qué no se sienta?
- Porque no me lo has pedido.
Irritado, se levantó del escritorio y le ofreció una silla.
- Mi estimada señorita Quinn.¿Tendría la bondad de sentarse? -Su tono era muy sarcástico.
Mary aceptó graciosamente.

(James y Mary, La Agencia: Una Espía en Casa, Y. S. Lee)

2 comentarios:

Sandy dijo...

Me ha encantado la última ^^ jajajajaj que buena xD

Bam dijo...

No conocía este libro, con las citas me llama mucho la atención n.n